Un grupo de científicos suizos ha realizado un emocionante descubrimiento al identificar 19 nuevas cepas de bacterias y 15 de hongos adaptados al frío, provenientes de los Alpes y la región ártica. Estos microorganismos tienen la capacidad de descomponer el plástico sin requerir altas temperaturas, lo que podría revolucionar la forma en que abordamos la contaminación plástica y proporcionar beneficios tanto económicos como ambientales.

En este artículo, exploraremos los detalles de este hallazgo y su potencial impacto en el futuro.

El descubrimiento:
Hasta ahora, se habían encontrado microorganismos que podían degradar el plástico, pero necesitaban temperaturas superiores a 30°C. Sin embargo, esta nueva investigación revela que estas 19 cepas de bacterias y 15 de hongos pueden actuar a una temperatura tan baja como 15 grados Celsius. Este avance es significativo, ya que elimina la necesidad de generar grandes cantidades de calor eléctrico en los procesos de descomposición del plástico, lo que conlleva a un ahorro energético considerable.

Potenciales beneficios:
El cultivo y la aplicación de bioingeniería a estos organismos capaces de digerir plástico podrían tener un impacto profundo en la reducción de la contaminación plástica y, además, se vislumbra como una oportunidad económica. Al utilizar estas cepas de microorganismos en escala industrial, se podrían evitar los altos costos y la huella de carbono asociada a los métodos actuales de reciclaje, brindando una solución más sostenible y rentable.

El estudio:
Los científicos del Instituto Federal Suizo (WSL) recolectaron muestras de suelos en los Alpes suizos, Groenlandia y Svalbard, donde encontraron estos microorganismos especializados en la descomposición de plásticos. Mediante técnicas moleculares, identificaron las cepas bacterianas y fúngicas, pertenecientes a varios géneros. Realizaron ensayos para evaluar la capacidad de estas cepas para digerir diferentes tipos de plástico, y los resultados fueron sorprendentes.

Resultados y conclusiones: 

Aunque ninguna de las cepas pudo digerir el polietileno no biodegradable (PE), el 56% de las cepas, incluyendo bacterias y hongos, demostraron la capacidad de digerir poliéster-poliuretano (PUR) a 15 °C. Además, algunas cepas pudieron degradar mezclas plásticas comerciales de tereftalato de adipato de polibutileno (PBAT) y ácido poliláctico (PLA). Estos hallazgos abren la puerta a futuras investigaciones y desarrollos tecnológicos que podrían llevar a la implementación práctica de estos microorganismos en el campo del reciclaje y la eliminación de plásticos.

En conclusión, el descubrimiento de estas cepas bacterianas y fúngicas adaptadas al frío y capaces de descomponer el plástico a bajas temperaturas representa un avance prometedor en la lucha contra la contaminación plástica. Además de sus beneficios medioambientales, este hallazgo tiene el potencial de generar ahorros energéticos significativos y reducir la carga ambiental asociada a los procesos de reciclaje. A medida que la investigación continúa, es posible que este descubrimiento marque un hito en la forma en que abordamos la problemática del plástico y nos acerque a un futuro más sostenible.

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